22.8.10

Alejandro De Lucchi / La casa revisitada

En los últimos años la casa(1) repetible, ha sido abandonada en algún rincón del desván, donde se amontonan los recuerdos. Mientras al calor del hogar, los arquitectos nos hemos entregado al climax que sucitan la piel y las formas de la edilicia. Volver a buscarla, hoy, es encontrar bajo el polvo que acumula el tiempo, una imagen tan desolada como esperable. La estereotipada distribución de "estar y dos dormitorios", la construcción esclerotizada de tradición y unos diseñadores de ilusiones, demasiado preocupados por disfrazar la imagen externa, para que no se note la mísera interioridad, muestran con crudeza la que dejamos de hacer, lo que queda por hacer.
El programa estético de la tectónica debe tomar en cuenta que las condiciones de producción material han variado sustancialmente. Dando lugar a una nueva cultura de imágenes.
La forma edilicia no puede seguir siendo pensada sólo en términos de caja muraria. En la que el peso de la masa y el espesor del muro, son valores a transmitir. La búsqueda de la sombra que exalta la voluptuosidad del muro, es una antigua noción que, seguidora del muro esculpido (modenatura), no es posible sostener hoy. De la voluptuosa presencia del ayer, sólo queda la delgada posibilidad de la pared cada vez más escueta. Ajustada por las mermas, conque la implacable reducción de los costes, somete a la vivienda por "desinterés" social.
A modo de provocación, por que no reflexionar... De la sombra, al reflejo. De la profundidad muraria, a la superficialidad de la piel. Ante la oquedad pesada y masiva del muro, el reflejo, casi inmaterial, de lo laminar. Tras el reflejo, el efecto de inmaterialidad del propio cuerpo, la desmaterialización de lo gravitatorio. Su liviana presencia. Ligera. Eficaz. Simple... Mínima. Intensa(2). Señala las nuevas posibilidades expresivas. La condición material de una nueva estética, que es impostergable provocar.

Porqué no pensar la fenomenología de una nueva casa, en términos de una "caja"?

Caja, como envoltorio, contenedor. De forma indiferenciada. En cuyo interior puedan disponerse, diversidad de usos y cambios en la distribución del espacio, sin por ello alterar la forma exterior, prismática y regular.


Caja de constitución compacta. Abstracta y austera. Alejada de toda intencionalidad de contar algo acerca de su interior. Opuesta a la idea de casa tradicional, que, como estuche, busca ajustar su envolvente exterior a las condiciones que le detemina su interior. Limitando así toda posibilidad de cambio y transformación, que hoy la vida impone al espacio doméstico. Sometiéndola a una encerrona difícil de salir.
Porqué no, llevar al extremo de sus posibilidades, la disponibilidad del espacio interior, abriéndolo, despojándolo de tabiques. Constituyendo un espacio libre, con la sola interrupción de un compacto fijo, donde se nuclean las instalaciones. Una unidad física vacía, definida sustantivamente por un soporte exterior.


El conservadorismo del usuario, la económica estrechez de los espacios disponibles, los mediocres clichés de las construcciones tradicionales... son lugares comunes que tenemos que remover.


Hoy, parece necesario e impostergable, prestar mayor atención a la distribución del espacio interior. La diversidad de demanda, la posibilidad de cambio, la probabilidad de incrementar equipo, plantean tras la encrucijada, una oportunidad. La de abrir un campo de posibilidades muy estimulante para la innovación proyectual.
Soñar con los ojos abiertos. Descifrar cuanto de nuestros sueños hay en cada cosa para traducirlos en espacio. Atreverse a intervenir, en lugar de limitarse a conservar. Decir algo nuevo. En lugar de un retroceso a meros gestos de conservación. De nulo riesgo.


Innovar, es mandato de nuestro tiempo. Innovar en un sentido estético, epistemológico y práctico. No hay opción entre progreso y conservación. Cualquier camino que se elija, está condicionado por este mandato. La única elección es, entre distintas direcciones de cambio.


La creación es el haberse evadido y el estar evadido.
Por qué no?

(1) Recuperar la noción de casa como espacio para vivir. La denominación de “vivienda”, contrariamente, es una imposición del mercado.

(2) Intensidad contrario a profundidad.
Profundidad del muro. Intensidad de la superficie.
Profundidad del espacio estanco. Intensidad del espacio indeterminado.
Profundidad del interior. Intensidad de la interacción interior-exterior.
Profundidad, es percepción del espacio en un determinado tiempo. Intensidad, es la tensión que produce la interacción simultánea del tiempo y el espacio sobre un cuerpo determinado o su superficie.
Oposición entre superficie y volumen. Apariencia frente a esencia.


1 comentario:

claudio dijo...

Quisiera saber si este texto,(extraordinario), es del Arq. Alejandro De luchi, el que fue docente en al facultad de arquitectura La Plata en los años 90. Una cátedra horizontal,extraordinaria donde aprendí, no solo arquitectura "real", si no también coseché entrañables amigos y conservo recuerdos y anécdotas que enriquecen este presente que se nutre de aquella aventura que fue la etapa universitaria. gracias